Un elefante protector tomó cartas en el asunto cuando un búfalo macho se acercó demasiado a su familia en un abrevadero del Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica.
Mientras disfrutaba de un rato de descanso con su manada cerca de una pequeña piscina, el elefante se mostró visiblemente molesto cuando el macho se acercó.
En un intento de ahuyentarlo, el elefante utilizó su trompa para rociar agua al toro, aunque su esfuerzo no dio resultado.
El búfalo, que no se inmutó por el gesto, siguió bebiendo sin inmutarse. El elefante, impertérrito, pareció observar al macho, manifestando su desagrado.
Estos impactantes momentos fueron capturados en el Parque Nacional Kruger, un santuario establecido en 1898 para salvaguardar la vida silvestre de Sudáfrica.
El parque alberga una notable variedad de especies, incluidos 147 mamíferos, 507 aves, 114 reptiles y 34 anfibios, según su sitio web oficial.