En el norte de Tailandia, el “Parque Natural de Elefantes” es famoso por rescatar y rehabilitar elefantes. Los dedicados voluntarios del parque también cuidan de otros animales, incluidos cerdos, gatos y perros.

Una residente en particular es Pyi Mai, una joven elefante que aprende a alimentarse sola con la ayuda de su madre, Khuam Moon, y su niñera, Sri Nuan.

Recientemente, Pyi Mai se aventuró en los terrenos del santuario y descubrió calabazas esparcidas. Al principio, jugaba con las calabazas, tratándolas como juguetes en lugar de comida.

Lleno de emoción, Pyi Mai intentó comérselos pero luchó con sus duras cáscaras. Sin inmutarse, hizo rodar las calabazas, tratando de encontrar una manera de acceder a su contenido.

Pronto llegaron Khuam Moon y Sri Nuan para ayudar. Estos experimentados elefantes demostraron la técnica de romper las calabazas.

Ansioso por aprender, Pyi Mai rápidamente se dio cuenta. Le dio un mordisco a la calabaza aplastada, encantada con su éxito, mientras su madre y su niñera observaban con orgullo

Aunque Pyi Mai todavía necesita más práctica y fuerza para dominar la habilidad por completo, mostró una gran promesa como aprendiz rápida.

Mientras disfrutaba de la comida que le prepararon su madre y su niñera, Pyi Mai apreció la valiosa lección que le habían enseñado.

La conmovedora interacción entre Pyi Mai, Khuam Moon y Sri Nuan resalta las profundas conexiones y la inteligencia de los elefantes.

Su historia subraya la importancia de la crianza y la tutoría en el reino animal, mostrando la profunda empatía y la estructura social dentro de las familias de elefantes.