CIUDAD DEL CABO, Sudáfrica (AP) — El doctor Amir Khalil y su equipo se han hecho un hueco en un campo muy especializado: el traslado de elefantes.
El veterinario egipcio es conocido por su rescate de alto perfil de Kaavan, un elefante asiático reubicado en 2020 de una vida solitaria en un zoológico paquistaní a un santuario en Camboya.
Ahora, la experiencia de Khalil fue requerida una vez más, esta vez para Charley, el último elefante cautivo en Sudáfrica.
Charley, un elefante africano de cuatro toneladas, pasó más de 20 años en el Jardín Zoológico Nacional de Pretoria.
Después de que su compañero, Landa, falleciera en 2020, la salud mental de Charley se deterioró, mostrando signos de soledad y angustia.
Se sabe que los elefantes son emocionalmente complejos, y los funcionarios del zoológico decidieron que Charley merecía una vida mejor durante sus años restantes.
Arreglaron trasladarlo a una reserva de caza privada a unas 120 millas de distancia, donde podría socializar con otros elefantes.
Khalil, un experto en rescate de animales de la Organización de Vida Silvestre Four Paws, fue elegido para supervisar la reubicación.
Él y su equipo, incluidos los veterinarios Dra. Marina Ivanova y Dr. Frank Göritz, que también habían trabajado en el proyecto Kaavan, comenzaron a preparar a Charley hace dos años.
El equipo evitó tranquilizar a Charley, ya que mover un elefante inconsciente sería peligroso para un animal de su tamaño.
En lugar de eso, pasaron meses construyendo su confianza y entrenándolo para entrar voluntariamente a un contenedor de transporte de metal.
Con recompensas como calabazas, papaya y remolacha, Charley se adaptó rápidamente al proceso de entrenamiento en jaulas y lo completó en menos de dos semanas.
A finales de agosto, Charley emprendió el largo viaje a Shambala, una reserva de caza privada, en la parte trasera de un camión. A su llegada, lo mantuvieron en una zona separada del parque para que tuviera tiempo de adaptarse. En las próximas semanas, poco a poco se irá familiarizando con las manadas salvajes que deambulan por la reserva.
La reintroducción de elefantes cautivos en un entorno salvaje es algo poco habitual, pero Khalil elogió al Zoológico de Pretoria y al Ministerio de Medio Ambiente de Sudáfrica por permitirle a Charley esta oportunidad. “Es un gran mensaje de Sudáfrica que dice que incluso un elefante viejo merece una nueva oportunidad”, afirmó.
Aunque Charley ha pasado casi 40 años en cautiverio, Khalil cree que se adaptará a su nuevo entorno.
En Shambala, tendrá la oportunidad de disfrutar de la libertad de la naturaleza, con oportunidades de tomar baños de barro, deambular por el bosque e interactuar con otros elefantes.
Charley ya ha comenzado a comunicarse con sus nuevos vecinos, utilizando los profundos ruidos que producen los elefantes para enviar mensajes a distancias de hasta tres millas.
La Dra. Ivanova se mostró emocionada por el progreso de Charley: “Lo oigo rugir. Lo ayudaremos a convertirse nuevamente en un elefante salvaje”.
Khalil y su equipo se están preparando para su próxima misión: reubicar otro elefante en Pakistán en octubre.