Kaavan, apodado el “elefante más solitario del mundo”, soportó décadas de confinamiento en el zoológico de Islamabad, donde compartió su reducido espacio con su compañera, Saheli, hasta que ella falleció en 2012. Después de su muerte, Kaavan quedó completamente solo.
Tras la muerte de Saheli, el comportamiento de Kaavan se volvió cada vez más agresivo, lo que llevó a los cuidadores del zoológico a encadenarlo en su lugar.
Su constante moderación y aislamiento generaron preocupación entre los grupos de bienestar animal e impulsaron campañas globales para su reubicación.
Incluso celebridades como la cantante estadounidense Cher se unieron al llamado para trasladar a Kaavan a un entorno más adecuado.
La organización benéfica de bienestar animal Four Paws anunció recientemente que Kaavan será trasladado al Santuario de Vida Silvestre de Camboya, donde podrá interactuar con otros elefantes y recibir la atención adecuada.
Una inspección reciente realizada por Four Paws reveló que el prolongado aislamiento y la falta de atención de Kaavan habían causado numerosos problemas de salud.
El Dr. Amir Khalil, veterinario de Four Paws, describió la condición de Kaavan: “Las uñas de sus pies están en mal estado debido a la falta de ejercicio y al cuidado adecuado de los pies. Su salud mental también se ha deteriorado, lo que lleva a comportamientos estereotipados y agresiones hacia los humanos”.
Kaavan estaba confinado en un corral de 295 por 460 pies con mínima sombra, y con frecuencia se le veía moviendo la cabeza, un comportamiento relacionado con la angustia mental.
Safwan Shahab Ahmad, vicepresidente de la Pakistan Wildlife Foundation, se refirió a esto como un signo de “enfermedad mental”.
El cuidador de Kaavan, Mohammad Jalal, confirmó que rara vez vio al elefante mostrar signos de felicidad.
En mayo, el Tribunal Superior de Pakistán ordenó el cierre del zoológico Marghazar de Islamabad debido a sus malas condiciones.
En julio, el tribunal ordenó el traslado de Kaavan al santuario camboyano, donde se someterá a rehabilitación para adaptarse a la vida con otros elefantes y humanos.
Antes de la mudanza, Kaavan debe recibir formación para entrar él solo en el contenedor de transporte. Un equipo de veterinarios y cuidadores cualificados le acompañarán durante todo el viaje para garantizar su seguridad y comodidad.
El Dr. Khalil expresó optimismo sobre el futuro de Kaavan: “Tendrá la oportunidad de formar vínculos sociales con otros elefantes y vivir en una gran área que refleja su hábitat natural. Esta interacción le ayudará a ganar confianza y establecer su lugar dentro de un nuevo grupo”.
El Dr. Khalil también destacó la importancia de las conexiones sociales para los elefantes, enfatizando que su separación de los grupos familiares puede afectar gravemente su bienestar mental.
El próximo viaje de Kaavan marca el final de décadas de aislamiento y abandono, ofreciéndole una segunda oportunidad de una vida plena entre sus compañeros.