La joven elefante, de sólo un año de edad, fue encontrada debilitada con una trampa profundamente incrustada en su trompa en la isla de Sumatra.
En esta isla, hogar de una población cada vez menor de elefantes salvajes de Sumatra, ahora sólo quedan unos 700 ejemplares.
El rescate tuvo lugar el domingo en el pueblo de Alue Meuraksa, situado en el distrito boscoso de Aceh Jaya.
Agus Arianto, jefe de la agencia de conservación de la provincia de Aceh, informó que la elefante fue llevada al Centro de Entrenamiento de Elefantes en Aceh Besar para una cirugía de emergencia, donde le amputaron la mitad de su trompa para salvarle la vida.
Arianto condenó la caza furtiva como un acto deliberado destinado a explotar animales en peligro de extinción para obtener beneficios económicos. “Trabajaremos estrechamente con las autoridades para investigar este incidente”, dijo.
Después de quedar atrapada, la cría fue separada de su rebaño debido a sus heridas y su deteriorado estado.
El aumento de la caza furtiva se ha relacionado con las dificultades económicas exacerbadas por la pandemia de coronavirus, y los aldeanos recurren cada vez más a la caza ilegal.
En otro caso ocurrido en julio, se descubrió otro elefante decapitado en una plantación de palmeras en el este de Aceh. Las autoridades arrestaron a un presunto cazador furtivo y a cuatro personas acusadas de tráfico de marfil.
Los sospechosos se enfrentan a una posible pena de prisión de hasta cinco años y una multa de 100 millones de rupias (5.250 libras esterlinas) si son declarados culpables.
Arianto dijo que 25 elefantes de Sumatra han sido atrapados o envenenados sólo en el este de Aceh en los últimos nueve años.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha clasificado a los elefantes de Sumatra como en peligro crítico, lo que refleja una dramática disminución de la población debido a la pérdida de hábitat. En los últimos 25 años, más del 69% de su hábitat ha sido destruido.
Los datos del Ministerio de Silvicultura y Medio Ambiente de Indonesia muestran una reducción de casi el 50% en la población de elefantes de Sumatra, de 1.300 en 2014 a 693 en la actualidad.
Esta disminución subraya las graves amenazas que enfrenta esta subespecie del elefante asiático, una de las dos únicas especies de elefante en el mundo.